viernes, 2 de marzo de 2012

Re cuerdos

Parado en un punto indefinido del Universo contemplo el horizonte mientras el viento me acaricia. Pretendo descansar la mente pero, sin quererlo, me incita a meditar.
Recuerdos, proyectos, ilusiones, tristezas y demás pensamientos vienen a mi sin que yo los haya llamado.
Me acuerdo que una vez leí a un famoso escritor/ajedrecista escocés decir que el pensamiento es un pecado capital porque, por un lado te vuelve un ser racional y, por el otro, invade tu cerebro en todo momento interfiriendo lo que sentías o tal vez interrumpiendo esa "desconexión" que cada tanto tan bien nos hace. ¿Será así?
Hoy, 2 de marzo de 2012, no es para mi un día más, mas se que, como cualquier otro, tendrá veinticuatro horas y sus vaivenes propios. Simplemente si cabe, habré de afrontarlo y vivirlo como lo que es.
El sol ya se orienta distinto, sus rayos no caen tan perpendicularmente sobre el hemisferio Sur, son los albores del otoño.
Marzo es, a todas luces, el mes de la vuelta a la gran actividad laboral y escolar. No importa ya que el clima sea más agradable, menos agobiante. Las sensaciones de calor, cansancio y atosigamiento vienen del trabajo, los horarios y no precisamente de la temperatura y la humedad.
Es lo momento de precisar un organigrama de tareas semanal que durará, casi inexorablemente, hasta entrado el mes de diciembre.
El año calendario que tan lento se movió entre el 1 de enero y el singular 29 de febrero ahora ha tomado velocidad y uno debe adaptarse a ello, le guste o no.
Del calor hacia el frío, de las tonalidades verdes hacia las amarillentas, de los rayos radiantes a los tenues del sol, de las jornadas de plena luz a la oscuridad cada vez más intensa: en fin, una ida y vuelta de sensaciones que, por medio de los distintos sentidos, estimulan a cada ser humano.
¿En el hemisferio Norte será al revés? ¿Cómo lo vivirán cerca del Ecuador dónde no hay cuatro estaciones con cambios significativos? ¿Será siempre los mismos colores y aromas que regala el paisaje? Dudas que me surgen al Sur del cielo.
Mientras Cristina quiere reformar el Código Civil pero no puede arreglar los trenes; Macri se contenta con hacer miles de avenidas doble mano en vez de ir a la solución de problemas de mayor calibre y Scioli se preocupa porque los adolescentes puedan faltar las veces que quieran al Colegio y no queden libres, no sea cosa que tener ciertas responsabilidades les cree un trauma en plena etapa de la pubertad, yo sigo aquí liado como la Presidente con los informes guardados de TBA, dubitativo como el Intendente con el subte e intentando no caer en las conductas de libertinaje a las cuales el Gobernador me tienta. Ni hablar que bueno sería poderme aumentar mi sueldo alrededor del 100% y orillar los 10000 dólares por mes, emulando a Cavallo, como hacen los legisladores que aprueban 300 proyectos a fin de año en dos días pero se aumentan las dietas a principio, aún antes de empezar las sesiones ordinarias de su trabajo parlamentario.
En fin, aunque los balances suelan cerrar al 31 de diciembre, se me ha ocurrido cerrar un trimestre al 2 de marzo (que más bien debería ser un bimestre).
Perdón por los divagues, gracias Dios por los recuerdos y momentos vividos.
No reniego ni lo haré del pasado, lo disfrutaré en su justa medida, atesorando todo lo bueno y aprendiendo a convivir con lo negativo.
A seguir con fe para adelante ya que "al volver la vista atrás, se ha de ver la senda que jamás se ha de volver a pisar". Buen marzo para todos.

Alejo de Dovitiis © 2012