domingo, 8 de mayo de 2011

Severiano Ballesteros por siempre SEVE

Me he levantado demasiado temprano para ser un domingo, es más aún no hay vestigios de claridad sobre el cielo porteño, pero el amigo Christian De Luca ha colocado una foto recordatoria de él en su facebook: ha muerto el gran golfista español Severiano Ballesteros.
Nacido en Pedreña (región Cantábrica) el 9 de abril de 1957 ha pasado a la inmortalidad ayer sábado 7 de mayo, a los cincuenta y cuatro años, tras luchar contra un cruel tumor cerebral que lo aquejaba desde octubre de 2008.

Fue ganador de dos Master de Augusta (1980 y 1983); tres Open Británico (1979, 1984, 1988); seis Ryder Cup (1979, 1983, 1985, 1987, 1989, 1995), cinco mundiales Match Play (1981, 1982, 1984, 1985, 1991) y dos Copas del Mundo con España (1976 y 1977) entre 94 títulos obtenidos alrededor del planeta. Huelga decir que fue número uno del mundo y uno de los jugadores más talentosos y combativos de todo el circuito.
¿Por qué entonces hablar de Ballesteros? Simplemente porque con mi papá Jorge mirábamos golf y apreciábamos su garra, su fuerza y su talento para salir de posiciones comprometidas con una justeza pocas veces vista: para él no existía lo imposible. Y además un suerte de moneda corriente entre muchos grandes del golf: empezó como caddy a los nueve años en el campo de golf donde su padre era jardinero. Por si esto fuera poco en su ADN ya el verde de los greens se hallaba dado que su tío, Ramón Sota, fue campeón español.
Con diecisiete años logró hacerse profesional y en ese mismo 1974 ganar el torneo nacional sub 25 y el Open de Viscaya. Cierta vez lo vi por televisión decir que su talento era fruto de la necesidad, del esfuerzo: él no tenía dinero para comprarse una bolsa de palos, sin embargo, un golfista le regaló un hierro 2 (creo que no estarme equivocando) y con ese palo ¡él empezó a hacer toda cancha! ¿Se imaginan hacer el drive (golpe de salida de cada hoyo) con un hierro 2?: más o menos debería ser como pretender hacerle un ace a Rafa Nadal con una paleta. De esa precariedad, de esa necesidad surgió y se desarrolló un artista de los campos verdes.
En el año 2008 lo empezó a perturbar una cruel enfermedad y creó la Fundación Seve Ballesteros para el fomento de la investigación de tumores cerebrales y el apoyo a jóvenes sin recursos económicos al golf.
Me queda claro que los grandes, de verdad, no buscan vengar su pasado ni sus adversidades, contrariamente, sobre ellas edifican aunque sea para los demás.
Recibió mil premios, honores y miles ha de recibir ahora donde muchos se acuerden de lo grande que fue, es y será: así es la vida en este mundo.
Como sea querido Seve ¡¡muchas gracias!! y desde este humilde lugar me atrevo a pedirte que en el Cielo no dejes de desenfundar ese prodigioso hierro 2 ni de iluminar a todos con tu mágica sonrisa.

Alejo de Dovitiis © 2011

No hay comentarios: