El PBI chino
Desde hace años la gran potencia emergente en la economía mundial se llama China. No caben dudas que Brasil, India y otros países vienen pisando fuerte pero el volumen en cuanto a población y bienes (en todos los sentidos de esta palabra) hacen de China un gigante en permanente ascenso.
La tasa del PBI real ha ido creciendo de la siguiente manera:
2003 8%; 2004 9,1%; 2005 9,1%; 2006 10,2%; 2007 10,7%; 2008 11,9%; 2009 9%; 2010 9,1% y 2011 10,3%. (proyectado).
Al ver los fríos números no cabe duda de quien es el verdadero protagonista de la economía mundial en el siglo XXI y no es casualidad que los países europeos en crisis hayan arreglado primero que nadie con los chinos ni que los países americanos (casi todos insólitamente fuera de los problemas económicos mundiales) comercien o intenten cerrar tratados con la gran nación asiática de más de 1300 millones de habitantes.
Este país crece a rápidas tasas, necesita bienes y sale al mundo a comprarlos en volúmenes inimaginables una década atrás.
De a poco se espera la recuperación europea (antes que la norteamericana a mi parecer) y por ello los lazos con China se extienden cada vez más. Pero hay un tema tanto social como económico que el Viejo Continente debe seguir con sumo cuidado: el desempleo o parado.
El desempleo en Europa
Según un informe de la Unión Europea (UE) de noviembre de 2009 hay 22,9 millones de desempleados en los 27 países del bloque es decir un 9,5% pero si afinamos el lápiz y tomamos en cuenta los 16 países que usan el euro como moneda común y de curso legal la tasa pasa al 10% que es el pico más alto alcanzado desde la entrada de la moneda común hace ya diez años.
Los 27 países han salido "técnicamente" de la recesión en el tercer trimestre del 2009 con 0,3% de crecimiento y 0,4% en la eurozona de dieciséis países.
Como se puede apreciar la recuperación es muy leve frente a lo que se necesita por el lado del parado.
Por todo esto muchos países han aumentado su déficit fiscal (por caso Alemania a 78,9% a fines del 2009) y el global de la eurozona llega al 84% del PBI un registro muy elevado y por encima del 60% de techo fijado por el Pacto de Estabilidad. Esto es una señal elocuente del duro momento que vive quien supo ser el más sólido de los continentes del planeta.
Grecia y España
La nación helénica cuenta con un déficit del ¡120% del PBI! con una deuda de 90.000 millones de euros y una tasa del desempleo del 12% (estimada para el 2011) y ha sido la que ha propagado el incendio en otros Estados.
España, un paradigma de nación próspera en el segundo lustro de los 90, ha entrado en turbulencias y sus cifras alarman: su 20,3% de parado, superando los 4.600.000 de personas sin empleo (al cuarto trimestre del 2010 según el INE) y solamente es superada por Letonia con el 22%. El país ibérico debe cuidar sus números pero primero debe atender esa grave enfermedad social que aqueja a millones como nunca antes (o al menos desde la Guerra Civil). Además si se pone la lupa sobre la tasa de desempleo juvenil ese asombroso número llega al 43%.
¿Vuelven las políticas keynesianas?
La crisis financiera del 2007 provocada en buena parte por la burbuja hipotecaria se ha derramado sobre muchos países, varios de ellos en estado de prosperidad económica. Es la hora de actuar.
Expandir la masa monetaria para multiplicar la actividad económica tienes sus riesgos pero hoy es una imperiosa necesidad en Europa. Otra vez John Maynard Keynes parece entrar en escena con sus teorías para "recalentar" economías que necesitan generar empleo antes que mostrar mejores números fiscales.
El Banco Central Europeo deberá emitir más euros y abrir el grifo con cuidado, haciendo que el riego genere más actividad pero no degenere en un espiral inflacionario.
Le queda a China en primer lugar y a América Latina en segundo hacer buenos negocios con Europa pero teniendo en cuenta que se necesita la recuperación gradual de este continente.
El Estado chino tiene muchos bonos en su mano y a altas tasas en varios casos: cuidado con eso porque en muchas ocasiones resignar de ganar una parte es, en definitiva, que ganen todos.
Desde hace años la gran potencia emergente en la economía mundial se llama China. No caben dudas que Brasil, India y otros países vienen pisando fuerte pero el volumen en cuanto a población y bienes (en todos los sentidos de esta palabra) hacen de China un gigante en permanente ascenso.
La tasa del PBI real ha ido creciendo de la siguiente manera:
2003 8%; 2004 9,1%; 2005 9,1%; 2006 10,2%; 2007 10,7%; 2008 11,9%; 2009 9%; 2010 9,1% y 2011 10,3%. (proyectado).
Al ver los fríos números no cabe duda de quien es el verdadero protagonista de la economía mundial en el siglo XXI y no es casualidad que los países europeos en crisis hayan arreglado primero que nadie con los chinos ni que los países americanos (casi todos insólitamente fuera de los problemas económicos mundiales) comercien o intenten cerrar tratados con la gran nación asiática de más de 1300 millones de habitantes.
Este país crece a rápidas tasas, necesita bienes y sale al mundo a comprarlos en volúmenes inimaginables una década atrás.
De a poco se espera la recuperación europea (antes que la norteamericana a mi parecer) y por ello los lazos con China se extienden cada vez más. Pero hay un tema tanto social como económico que el Viejo Continente debe seguir con sumo cuidado: el desempleo o parado.
El desempleo en Europa
Según un informe de la Unión Europea (UE) de noviembre de 2009 hay 22,9 millones de desempleados en los 27 países del bloque es decir un 9,5% pero si afinamos el lápiz y tomamos en cuenta los 16 países que usan el euro como moneda común y de curso legal la tasa pasa al 10% que es el pico más alto alcanzado desde la entrada de la moneda común hace ya diez años.
Los 27 países han salido "técnicamente" de la recesión en el tercer trimestre del 2009 con 0,3% de crecimiento y 0,4% en la eurozona de dieciséis países.
Como se puede apreciar la recuperación es muy leve frente a lo que se necesita por el lado del parado.
Por todo esto muchos países han aumentado su déficit fiscal (por caso Alemania a 78,9% a fines del 2009) y el global de la eurozona llega al 84% del PBI un registro muy elevado y por encima del 60% de techo fijado por el Pacto de Estabilidad. Esto es una señal elocuente del duro momento que vive quien supo ser el más sólido de los continentes del planeta.
Grecia y España
La nación helénica cuenta con un déficit del ¡120% del PBI! con una deuda de 90.000 millones de euros y una tasa del desempleo del 12% (estimada para el 2011) y ha sido la que ha propagado el incendio en otros Estados.
España, un paradigma de nación próspera en el segundo lustro de los 90, ha entrado en turbulencias y sus cifras alarman: su 20,3% de parado, superando los 4.600.000 de personas sin empleo (al cuarto trimestre del 2010 según el INE) y solamente es superada por Letonia con el 22%. El país ibérico debe cuidar sus números pero primero debe atender esa grave enfermedad social que aqueja a millones como nunca antes (o al menos desde la Guerra Civil). Además si se pone la lupa sobre la tasa de desempleo juvenil ese asombroso número llega al 43%.
¿Vuelven las políticas keynesianas?
La crisis financiera del 2007 provocada en buena parte por la burbuja hipotecaria se ha derramado sobre muchos países, varios de ellos en estado de prosperidad económica. Es la hora de actuar.
Expandir la masa monetaria para multiplicar la actividad económica tienes sus riesgos pero hoy es una imperiosa necesidad en Europa. Otra vez John Maynard Keynes parece entrar en escena con sus teorías para "recalentar" economías que necesitan generar empleo antes que mostrar mejores números fiscales.
El Banco Central Europeo deberá emitir más euros y abrir el grifo con cuidado, haciendo que el riego genere más actividad pero no degenere en un espiral inflacionario.
Le queda a China en primer lugar y a América Latina en segundo hacer buenos negocios con Europa pero teniendo en cuenta que se necesita la recuperación gradual de este continente.
El Estado chino tiene muchos bonos en su mano y a altas tasas en varios casos: cuidado con eso porque en muchas ocasiones resignar de ganar una parte es, en definitiva, que ganen todos.
Alejo de Dovitiis © 2011
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